MANOS QUE IMAGINAN

PRESENTA

SOBREDOSIS DE FELICIDAD OBLIGADA”

-Una propuesta arriesgada para un dúo intrépido-

Enrique Gutiérrez Álvarez: guitarra eléctrica.

Maite de Bustos Tarragato: saxo y clarinete.

Música original compuesta por Maite de Bustos Tarragato, AKA Manos Que Imaginan. Los textos que acompañan las piezas (cuentos y poemas) también son creaciones propias.

– Dentro de mi calma habitan mis promesas inclumplidas

– Crónica de un momento imposible

– El pequeño viaje de Laika

– Las falsas verdades que todos depositamos en contenedores de afectos

– Discurso para oídos sordos y mentes dispersas– Zona de paso para el tránsito de sueños incumplidos– Blues para conspiradores y mezquinos

– Caprichos absurdos derramados en tickets de compra

Aquí estamos de nuevo, idealistas ilusos y escépticos ignorantes, con una nueva propuesta para acariciar sus oídos. Música para valientes que se atreven a comerse la vida a dentelladas, pero también para cobardes que se atragantan con cada mal trago de su existencia. Música para dar alas a nuestros sueños, o simplemente insuflar combustible a nuestro quehacer cotidiano.

Nos dirigimos tanto a aquellos que buscan en la música no más que un acompañante discreto, y también a quienes necesitan que su mundo esté lleno de sonidos. En definitiva, para todas las almas de este mundo incierto y mentiroso.

Cualquier estilo me vale porque nado a contracorriente, aunque termine ahogándome en un inmenso mar de jazz garajero, rock postmoderno, pop disonante, y vanguardia cobarde; por supuesto, aderezado con toques irónicos y maliciosos propio del cabaret más perverso. Todo vale ya que lo único que pretendemos es reírnos de nosotros mismos.

Pasen y escuchen.

Les invito a vivir y soñar con los oídos…

Manos Que Imaginan se transforma en un dúo cabaretero de estilo incierto e intenciones irónicas. Tan sólo queremos dibujarles una sonrisa, y reírnos de esta sociedad saturante, del consumismo obsesivo, de nuestro afán de alcanzar metas a toda costa, del mandato supremo de ser feliz. ¡No queremos ser felices! Prefiero regocijarme en mi propia desesperación, nadar entre fracasos ya que día a día lo que más hago es cometer errores. Y a mucha honra.

Todo empezó cuando eché la vista atrás. Como en una película americana, pensaba encontrarme un relato de heroicidad, de luchar contracorriente por alcanzar unas metas propuestas y ver mis sueños conseguidos. En vez de ello, me topé con una realidad que se reía de mí, que no paraba de decirme “tus objetivos vitales se han transformado en obsesiones que te ahogan”. No me quedaba otra que reírme yo también, disfrutando de la cantidad de fracasos acumulados. ¡Que vivan los fracasos! El éxito está reservado a los ignorantes. Nosotros, los pringados, jamás sabremos por qué estamos aquí, ni nunca alcanzaremos ese estado de gracia llamado felicidad. No somos santos. Somos demonios que hacen mal todo lo que se proponen, o monstruos deformes que nos enorgullecemos de nuestros defectos.

¡Bienvenidos a este circo de los horrores!

Foto del concierto de presentación de "Sobredosis de felicidad obligada"